miércoles, 30 de diciembre de 2009

SERIE: FICCIONES.

EL HOMBRE QUE SE HACIA PEQUEÑO

Jerry

Los resultados del análisis de laboratorio no revelaron el extraño padecimiento del Sr. López.
Todo parecía normal, y sin embargo…
El día en que empezó a sospechar que algo estaba fuera de lugar, no le dio importancia.
A final de cuentas, era un detalle insignificante.
Frente al espejo, se miró un poquito más bajo de lo normal.
Traía las mismas pantuflas de siempre, el mismo peinado de siempre, había almorzado lo de costumbre, pero aquello era algo fuera de lo común; no había una causa aparente de lo que observó, y por eso mismo, pronto lo echó al olvido.
Se reintegró a sus actividades normales en su pequeña oficina de contador público, cercana a la Administración de Control Tributario de su ciudad.
Atendió a los clientes, llenó formas de declaraciones fiscales y realizó los trámites requeridos.
A la mañana siguiente, tras ducharse y almorzar apresuradamente, de nuevo volvió a notar que era más bajo que el día anterior.
Pasó una semana y su sorpresa pasó a ser alarma.
Acudió al laboratorio de análisis clínicos para conocer el origen de su extraña enfermedad, pero los resultados no arrojaron luz sobre aquel enigma.
El médico sólo atinó a decirle que quizá se trataba de algo sicosomático porque no había en el conteo de glóbulos, química sanguínea, examen general de orina o en el copro algo que sugiriera la presencia de algún agente infeccioso.
La balanza del consultorio marcó dos kilos menos que su peso normal de 67 y su estatura era cinco centímetros menos.
Para el galeno, sin embargo, resultó algo normal ya que algunos pacientes de mediana edad empiezan a perder masa corporal por la falta de ejercicio y la dieta deficiente.
No era el caso del Sr. López puesto que se levantaba muy temprano, hacía una rutina de ejercicio y después preparaba su desayuno rico en fibras.
El diagnóstico profesional no lo tranquilizó porque cada día se veía ante el espejo y notaba la pérdida de estatura.
Pronto sus clientes y compañeros de oficio notaron el cambio.
¿Qué estaba pasando con el Sr. López?-se preguntaban.

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El Sr. López ya no salía a trabajar.
Encerrado en su oficina, veía cómo los objetos antes tan familiares crecían rápidamente ante sus ojos.
La mesita donde guardaba sus gafas ya le resultaba inaccesible.
Desesperado, cayó al suelo mientras amargas lágrimas rodaban por sus mejillas.
El teléfono sonaba con insistencia y su timbre era ensordecedor. Afuera de la oficina, los coches pasaban raudos, completamente ajenos al drama que se vivía en el interior.
Sobre una de las baldosas del piso, el Sr. López realizó un esfuerzo sobrehumano para brincar el cordón eléctrico del abanico.
Desnudo como estaba-porque su ropa desde hacía mucho que la había dejado-, sintió un intenso frío y buscó un lugar donde guarecerse.
Un gigantesco ratón pasó a su lado sin percibirlo.
Fue una suerte porque con una sola mordida pudo causarle la muerte.
Un miedo atroz atormentaba su espíritu y se pellizcó el brazo nuevamente para tratar de salir de aquella pesadilla.
Pero todo era en vano.
Había llegado a la pata de la mesa e intentaba escalarla sin lograrlo.
Un fuerte aleteo aturdió sus oidos y segundos después un mosquito pasó raudo sobre su cabeza.
Muy apenas alcanzó a esquivar la aguda trompa del insecto y corrió a todo lo que daban sus entumecidas piernas hasta alcanzar las rígidas cerdas de una escoba, escondiéndose entre ellas.

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Durmió profundamente, cobijado por aquel bosque cerdoso.
Cuando despertó, se halló en un mundo alucinante: cientos de cuerpos gelatinosos desfilaban a su vista, criaturas con flagelos como látigos parecían devorar trozos de pequeñas escamas de piel que había sobre un promontorio.
Temió ser presa de aquellos depredadores microscópicos y se escabulló, tratando de pasar desapercibido.
Las horas transcurrieron y el Sr. López se hacía cada vez más pequeño.
Las diminutas grietas se hicieron precipicios y pronto tuvo que aprender a jinetear las esquivas partículas subatómicas para trasladarse de un lugar a otro.
Fue así como desapareció de este mundo.

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El Inspector Pérez, encargado de la investigación, sólo encontró un montón de ropa.
En su oficina, garrapateó unas letras en un machote judicial y después lo archivó bajo el título: “Misteriosa desaparición”. FIN.
VAMPIROS TRANSNACIONALES

(Reportaje publicado en el periódico LA PRENSA, en el año 2006)

* Las empresas extranjeras sacan el gas del subsuelo, se llevan ganancias millonarias y dejan sólo contaminación: son los modernos vampiros transnacionales
JESUS RIVERA/ReportajeRANCHO EL OREGANO, Municipio de Reynosa, Tamps.- Luis Gómez, propietario del rancho Santa Clara del Orégano respira todos los días y todas las noches el fino polvo que levantan las pesadas ruedas de los camiones que circulan a toda velocidad por la brecha El Becerro.Los árboles de mezquite, los cenizos y el zacatal que hay a ambos lados del camino están cubiertos por la tierra pulverizada, como prueba del intenso tráfico.Son vehículos que cargan equipo de perforación, lodo, herramienta, personal y bastimentos. Por esa brecha también circulan modernas camionetas tipo van, con aire acondicionado e interiores a todo lujo que alquilan las empresas extranjeras que tienen contratos de servicios múltiples con PEMEX.Aquí, en el corazón mismo de la Cuenca de Burgos operan compañías de origen norteamericano, francés, ruso y hasta chino.Hacia el oriente, por el área de Congregación Garza y en otro “bloque” concesionado para la extracción de gas natural operan los españoles y los canadienses.A pesar de los problemas que causan las empresas y sus vehículos, es indudable que los lugareños han podido aprovechar el lado bueno de la situación mediante la habilitación de improvisadas mesas para ofrecer a los operadores de los pozos sencillas viandas que van desde pollo asado hasta frijoles en bola, refritos, huevos estrellados, café y refrescos.Luis Gómez no se ha quedado fuera del negocio y tiene a un lado de su casa una pequeña tienda que cuenta como principales clientes a trabajadores de Halliburton.El ranchero da su testimonio de cómo la explotación del gas natural ha cambiado de unos años a la fecha la vida de las antes tranquilas comunidades rurales del sur del Municipio.“Lo que nos afecta es el polvo que levantan los trailers, las camionetas y todas las compañías que andan por aquí, incluyendo a PEMEX”.Se le preguntó sobre los problemas de contaminación pero dijo que son muy pocos.Algo esquivo, declinó hablar del asunto “por temor a represalias”, según nos confió un rato después el Presidente de la Asociación “Caminos del Futuro”, Enrique Garza Flores.Esta organización de productores denunció en días pasados el elevado índice de contaminación en las brechas causada por el derrame intencional de las pipas y camiones de volteo.Esos vehículos transportan agua contaminada con hidrocarburos o lodo residual que debía llevarse a los cementerios tóxicos.Sin embargo, por comodidad o para evitarse la molestia, muchos operarios abren mañosamente las válvulas de las pipas o la compuerta de los camiones de volteo para que su contenido se derrame poco a poco a lo largo de los caminos rurales.EJIDO ROJO GOMEZ, Municipio de Reynosa, Tamps.- Ubicado sobre la brecha El Becerro, el Ejido Javier Rojo Gómez es testigo del intenso trajinar de las compañías transnacionales que extraen el gas de debajo de sus pies.Ahí se ubica la Estación de Recolección de Gas Cuitláhuac número 4, una de tantas baterías que reciben el hidrocarburo que se extrae de los pozos productores.Ignacio Tapia Martínez, habitante de este lugar, reporta que diariamente -en temporada pico-, circulan por la brecha alrededor de 2 mil vehículos.Este camino rural conecta con el municipio de China, Nuevo León y es utilizado por empresas medianas y pequeñas que tienen subcontratos con las transnacionales Repsol, Schulemberger y Halliburton, entre otras.Tapia confirmó que desde que empezaron a llegar las compañías existe contaminación.“Inclusive en los pozos de quema se rompen líneas y a veces nada más rellenan ahí, pero no sanean. No cambian la tierra. Las pipas constantemente viven tirando desechos tóxicos en las brechas. Es intencional, según para no llevarlo al panteón (cementerio de desechos tóxicos) que está ubicado en Nuevo Laredo. Ellos lo tiran, no lo llevan. O sea, hay pipas que no van llenas y lo van tirando. Llegan a Reynosa y ya no traen nada. También sacan un lodo en donde perforan. Este lodo los transportan en camiones de volteo a los que les abren las tapas. Ahí es donde pasa esto que las borregas y las vacas -como es salado- se lo tragan. Se va secando el animal, se va secando. Viene el veterinarrio de PEMEX y no les halla nada porque ya les hizo el mugrero. Pero se va secando el animal. Se muere. A mí el año pasado se me murieron 35 borregas (porque) la presa de los pozos se quema, la cercan con madera que no dura ni siquiera un año. Entonces las borregas pasan y toman el agua porque traen sed y se mueren. Entonces, viene el veterinario y lo primero que dice es que no hay contaminación. Pero si nos vamos al pozo es donde está la contaminación. Es decir, PEMEX sí llega a pagar, pero es muy tardado”, dijo en su declaración.EJIDO NUEVO TLAXCALA, Municipio de Reynosa, Tamps.- A los residentes de éste centro de población ejidal ya no les extraña ver las estilizadas torres de metal que se levantan a casi cuarenta metros sobre sus parcelas.También se han acostumbrado a las complejas instalaciones de Petróleos Mexicanos donde se ubica la Central de Bomberos Cuitláhuac.Lo que no soportan es el fuerte olor a hidrocarburos y los frecuentes derrames de líquidos que invaden los campos de cultivo.Ramiro Baltazar Rocha, ejidatario, atiende junto con su familia un rústico mesón a donde llegan con frecuencia los operadores de vehículos y técnicos de los vecinos pozos productores de gas.“Dicen que es para el progreso de la nación”, asegura, y suelta una estruendosa carcajada.Sin embargo, dice que a ellos los afecta en diferentes formas, especialmente cuando es época de cultivos.-¿No tiene temor de que ocurra un accidente en la planta que tiene aquí enfrente? -se le preguntó.-”Pues de algo tenemos que morir”. Nueva carcajada.“Han pasado varios accidentes, se han quemado gentes y cosas por el estilo. Ultimamente no ha habido derrames hacia las parcelas, pero sí ha habido”, agregó.La brecha El Becerro es una vía de terracería de 52 kilómetros de largo, desde su entronque con la carretera a Monterrey, hasta la estación de Compresión Cuitláhuac 1.A pocos kilómetros de ahí, cerca del rancho El Tule, ocurrió hace poco tiempo un derrame de lodo tóxico y se tienen reportes de otros accidentes similares.Algunos ejidatarios afirman que por el rumbo del rancho “El Lobo”, cercano a los límites con Nuevo León, hay un cementerio de lodo residual de los pozos, pero no pudimos detectarlo.Lo que sí vimos sobre el camino fue una mancha amarilla compuesta por gránulos de una sustancia no identificada, con características propias de los compuestos sulfurosos.Enrique Garza Flores toma una botella de plástico y procede a levantar una muestra para llevarla posteriormente a un laboratorio de Río Bravo.Los resultados de ese análisis los dará a conocer a la prensa en los próximos días.Por lo pronto, reiteró su intención de hacer un estudio a fondo de la composición del suelo de esa y otras brechas por donde circulan los vehículos de las compañías transnacionales y de PEMEX para determinar el grado de contaminación por hidrocarburos.EJIDO FRANCISCO ZARCO, Municipio de Reynosa, Tamps.- A la altura del kilómetro 90 de la carretera Reynosa a San Fernando fue colocado un letrero que dice: “Servicios Petroleros Especializados Lobo, S.A. de C.V.” y más abajo: “Area de Remediación y Sanamiento”.Se trata de un terreno de varias hectáreas ubicado a unos quinientos metros de la carretera, por una brecha rehabilitada con recubrimiento de caliche.En ese lugar se pueden observar algunos trabajos de raspado del suelo como si pretendieran enterrar algún tipo de desecho y cubrirlo nuevamente con la tierra.Más allá hay una trituradora con banda transportadora y un camión de la empresa SPELSA cuyo domicilio se ubica en la calle Leona Vicario número 2310-A, de la colonia Prolongación Longoria en esta ciudad, conectado con una manguera de plástico a la unidad de procesamiento.Vecinos del ejido aseguran que el propietario de esos terrenos es el ex líder del Comité Campesino, Leonel Falcón Garza, quien también ha fraccionado y vendido lotes rústicos a un lado de la citada brecha.En el mes de diciembre altos funcionarios del Gobierno Federal encabezados por el Secretario de Energía, Fernando Canales Clariond, el Director de PEMEX y el Gobernador del Estado, fueron testigos del saneamiento de un confinamiento ilegal de lodos residuales y aceite, a un lado del rancho que también se llama El Lobo, ubicado atrás del Parque Industrial Reynosa, a unos tres kilómetros de la colonia Vamos Tamaulipas.Garza Flores, Presidente de la Asociación Caminos del Futuro, dijo que buscará que autoridades del ramo, posiblemente la PROFEPA o la SEMARNAT inicien una investigación para determinar si el nuevo centro de remediación y sanamiento “El Lobo” corresponde a la misma empresa que operaba el cementerio de desechos tóxicos que fue clausurado y si ésta se ajusta a la normatividad oficial.

martes, 29 de diciembre de 2009

UN ESTUDIO EN ESCARLATA

UN ESTUDIO EN ESCARLATA

Jerry

Sir Arthur Conan Doyle creó un personaje de ficción que ha trascendido en el tiempo: Sherlock Holmes.
Holmes era un detective privado que tenía especiales dotes para el razonamiento. La primera novela en forma donde aparece este personaje se llama precisamente "Un Estudio en Escarlata" y trata sobre la forma en que se conocen los dos principales actores de esta saga: el propio Sherlock Homles y el Dr. Watson.
En uno de los pasajes de la novela, el Dr. Watson-que aún no sabe a qué se dedica su compañero de hospedaje-, intenta adivinar cuál es el objeto de su interés. Sin embargo, por más esfuerzos que hace, no llega a una conclusión acertada. Nota por ejemplo que a Holmes le interesa la química analítica, el estudio de las plantas, tiene grandes conocimientos de historia y es además una hemeroteca ambulante.
Por el contrario, carece de conocimientos tan comunes, como el hecho de que la tierra es redonda y la luna es su satélite.
El velo de misterio se desvela para Watson cuando el propio Holmes le confiesa que es un detective consultor, el primero de su tipo y que su interés se centra sólo en los conocimientos que le son de utilidad, es decir, todo lo relacionado con la investigación criminal.
Conan Doyle creó un personaje impensable para su tiempo. Si pudiésemos equipararlo con algún héroe actual sería algo así como Supermán o el Hombre Araña.
Podía deducir, de un solo vistazo y en base a detalles mínimos, qué había comido su interlocutor, qué había hecho en las últimas horas, cuál era su oficio, etc.
En otra de sus novelas, Holmes explica al incrédulo Watson cuál es la base de su método deductivo: tras analizar el problema, forma una cadena de acontecimientos hacia atrás, descartando aquellos hechos inverosímiles o poco probables, hasta llegar a conocer su origen.
Este método deductivo se opone al inductivo que casi todos utilizamos, acostumbrados a pensar hacia adelante, es decir: un primer suceso que genera otro y luego otro, hasta llegar al final.
Por el contrario, Holmes veía el final y enlazando los eslabones, llegara a la respuesta. De ahí el efecto teatral y casi mágico que los lectores captaban cuando leían cualquier novela del más famoso detective de ficción del mundo.
La aportación de Conan Doyle casi tuvo la misma importancia que la de Lavoissier, con su método científico.
Casi para finalizar el siglo XIX, sentó las bases para la ciencia criminalística moderna y hoy en día muchos de los métodos propuestos por Conan Doyle siguen utilizándose en los laboratorios de las principales policías del mundo.
Sin embargo, una de las ideas más brillantes fue la discriminación de ideas, hechos, afirmaciones o teorías fuera de lógica.
Si bien, el personaje llamado Sherlock Holmes tenía una mentalidad fría y lógica, en la vida real, su creador, Sir Arthur Conan Doyle era más bien propenso a creer en la charlatanería, específicamente en el espiritismo.
La dicotomía Doyle-Holmes es el espejo de un mundo que ha cambiado poco desde el surgimiento de los primeros pensadores: por un lado, el misticismo, la religiosidad presentes en todos los ámbitos y por otro, el interés por descubrir y comprender las leyes naturales, desnudas de toda interpretación mágica.
Así es el Hombre, dicotómico por naturaleza: tiene un cerebro dividido en dos, tiene una mano derecha y una izquierda, su vida tiene un pasado y un futuro, ve las cosas pequeñas y grandes, claras y oscuras, buenas y malas.
Un objeto de estudio muy interesante, sin lugar a dudas.